Es normal que durante los primeros meses de un negocio no existan cifras azules. Pero, ¿qué ocurre si seguimos en esta situación luego de un año de haber iniciado las ventas? Acá, Verónica Oliva entrega pautas para decidir si seguir o cerrar.
El pasado 8 de febrero llegó a Diario de un Emprendedor la siguiente pregunta de Vicente Bartheld: ¿Qué tengo que hacer para que después de un año de abrir mi negocio de congelados, y tenerlo bien surtido con buenos productos y precios, este pueda empezar a ser rentable?
Hola, Vicente. Cuánto esperar a que tu negocio sea rentable depende de la situación en que te encuentres actualmente como emprendedor. ¿Es tu única fuente de ingresos o tienes otro respaldo económico que te permita mantenerte y solventar tus propios gastos? Si estás en la segunda situación puedes darle más plazo, siempre y cuando no afecte tu ánimo o salud mental. Si uno decide emprender no es para pasarlo mal, debes poner tus límites.
Si es tu única fuente de ingresos y te está generando un hoyo financiero, mi recomendación sería que, aunque duela, lo cierres y te tomes una pausa para plantearte más adelante comenzar con otro proyecto o darle otra oportunidad al mismo, si ves que en algún momento se vuelve rentable. Como siempre digo, si tu propio negocio te está haciendo pasarlo mal, tanto financiera como emocionalmente, es mejor tomarte esta pausa.
Esto lo digo sobre la base de mi propia experiencia con un negocio fallido: mi querida boutique. Le tuve tanto cariño que fue muy difícil tomar la decisión de cerrarla, pero lamentablemente nunca iba a funcionar como yo esperaba. Estaba ubicada en el lugar equivocado, donde los clientes buscaban otro tipo de productos. La tuve por tres años y me arrepiento de haber esperado tanto para cerrarla, por toda la inversión de tiempo y energía que le había puesto. Sentía que si la cerraba era un fracaso para mí, pero eso no fue así, ya que la vida puso otras oportunidades en mi camino. Eso es lo que pasa cuando tomas la determinación de terminar un proyecto que no está funcionando.
No es necesario esperar al año para empezar a tomar decisiones. Los primeros meses son una prueba para el emprendimiento y siempre te van a dar una señal. Si vemos que no estamos vendiendo nada, hay que empezar a tomar acciones en ese momento. Con esto no me refiero a cerrar el negocio de inmediato, pero sí a realizar gestiones para cambiar la situación.
Como emprendedores debemos jugarnos todas las cartas que tengamos en nuestras manos. Algunos de los consejos que les puedo entregar para potenciar el negocio cuando se observe poca rentabilidad son los siguientes:
Sea del rubro que sea, grande o pequeño, debemos hacer publicidad a nuestro negocio. Atrévanse a crear buenas ofertas, promociones atractivas para los clientes, incluso sorteos que llamen la atención de las personas. Además, como siempre recomiendo, usemos las tecnologías que actualmente tenemos a nuestro alcance para publicitarnos: crea redes sociales del negocio y sé activo en ellas, vende por WhatsApp Business y ofrece servicio de delivery. Adoptar estas nuevas técnicas siempre será provechoso.
Algo que hoy en día no se hace mucho y que podríamos retomar es el volanteo: hacer un puerta a puerta, salir a ofrecer productos. Prueba hacerlo uno o dos días y evalúa los resultados. La inversión en esto es muy baja. Lo importante es jugársela con todo si queremos que nuestro negocio funcione, sobre todo al comienzo, que es cuando más tenemos concentrarnos es en captar clientes y darnos a conocer.
Si hiciste todo y no funcionó, hay que analizar qué fue lo que provocó que tu negocio no avanzara. Es normal cometer errores, no existe un manual que te diga qué hacer y no hacer en los emprendimientos. Son cosas que se pueden escapar de las manos.
Por ejemplo, puede ser que, si tienes una tienda física, esté en un sector que no sea el adecuado; tal vez los productos que ofreces no son demandados por las personas de ese lugar en específico. Por eso, antes de iniciar un negocio debemos analizar el mercado del lugar donde nos ubicaremos: hagamos encuestas, un pequeño estudio, y evaluemos si nuestros productos serán útiles para esas personas o, por el contrario, requieren otro tipo de productos.
Como el tuyo, hay muchos emprendimientos que se basan en un rubro específico y ofrecen solo un tipo de productos. Si tienes una tienda física, esto puede generar que posicionarlos sea más trabajoso. Por ejemplo: ¿qué pasa si quiero vender trajes de baño en la Antártica? Puede que sean hermosos, pero no es el lugar adecuado.
Otro factor que puede influir son los precios: hay que analizar si son adecuados al mercado. Tal vez soy el más caro del sector y por eso la gente prefiere comprar en otro lado. Tampoco ser el más barato asegurará siempre una venta exitosa; es necesario mantener un equilibrio, siempre de acuerdo con los precios de costos.
Si puedes y quieres esperar, toma acciones de inmediato e intenta cambiar el rumbo del negocio, pero si ya lo hiciste todo y aún no ves los resultados esperados, tómalo como un aprendizaje y sigue adelante: se te presentarán más oportunidades en tu vida.