¿Quieren iniciar un emprendimiento y tienen el dinero para hacerlo, pero no saben bien qué producto o servicio elegir para el negocio? Si están en esta disyuntiva, nuestra columnista Verónica Oliva puede, a partir de los siguientes consejos, ayudarles a encontrar el camino.
“Quiero emprender, quiero vender productos, pero no sé qué… tengo miedo de invertir y quedarme con la mitad de lo comprado y no poder seguir invirtiendo. No conozco proveedores, no sé cómo buscarlos y si no me estarán engañando con los precios. Ayuda”, fue el mensaje que dejó Mario hace algunas semanas a Diario de un Emprendedor.
Hola, Mario. Primero, debes hacerte la siguiente pregunta: ¿Estoy dispuesto a emprender y a dedicar parte de mi vida a esto o solo quiero dedicarme a vender un producto a corto plazo? Porque hay una diferencia entre emprender y vender productos.
Un emprendimiento es un negocio a largo plazo, con una estructura, un modelo de negocios y un análisis del mercado, lo que llevará a formar una empresa regulada en el área contable, tributaria y legal. Para vender un producto en particular, en cambio, solo es necesario buscar un proveedor, saber dónde lo venderás y la utilidad que recibirás.
Si realmente tienes deseos de emprender a largo plazo debes hacer algo que te llame la atención. Si eso te gusta de manera personal, será mucho más fácil entender qué estás vendiendo, porque probablemente ya conocerás muchas de las características de lo que vas a ofrecer. Eso sí, siempre debes ir más allá y aprender más sobre el tema.
Cuando formé mi empresa RedAlmacén, a partir de un software que ayuda a los comercios de barrio a llevar sus procesos de forma ordenada y automatizada, nunca fue un impedimento no saber programar; en cambio, sí conocía mucho del producto que ofrecería, porque sabía de primera fuente acerca de las necesidades del usuario y los problemas que podría resolver con este programa.
Es muy importante investigar si el producto o servicio que queremos ofrecer es demandado por el público. Cuando recién comenzó la pandemia, por ejemplo, muchas personas vieron una oportunidad en la venta de mascarillas, un producto que estaba siendo muy demandado en el mercado. Hoy, sin embargo, al haber tanta competencia, este negocio no es tan rentable como en un comienzo, o algo a lo que te podrías dedicar como proyecto de largo plazo. Si decides ofrecer un producto muy demandado por el mercado, pero que es temporal, debes pensar qué otras cosas agregarías al negocio para poder continuar en el tiempo una vez que pase el boom.
No existe una receta sobre qué productos o servicios puedes comercializar en tu proyecto para que sea exitoso, ya sea a corto o a largo plazo. Eso depende de ti, de tus gustos y de tus expectativas.
Todo emprendimiento tiene sus riesgos y, si bien hay que ser precavidos, no debes comenzar con tanto temor, proyectando de antemano que te engañarán o que te quedarás con la mitad de los productos. Eso no tiene por qué ser así: todo depende de cómo manejes las situaciones que se presenten en los comienzos.
Nadie parte conociendo a sus proveedores o sabiendo exactamente en dónde comprar, dónde es más conveniente o confiable. Investiga, usa los canales digitales a los que hoy tenemos acceso: busca marcas, proveedores que ofrezcan lo que tú quieras comercializar; cotiza y toma todas las precauciones antes de efectuar el pago, revisa si es una marca confiable, busca reseñas, ve comentarios de sus redes sociales, etc.
Lo único que me resta por decirte es que, si en el transcurso vas viendo que tu producto o servicio te genera utilidades y, además, entrega una solución importante para ti y para tu público, te terminarás apasionando por tu emprendimiento. Ten en cuenta que no es un camino corto y que tendrás que dedicarle tiempo de tu vida, así que busca algo que te llame la atención, para que cuando se presenten situaciones que debas enfrentar logres ser perseverante y tolerante. Al fin y al cabo, esas dos son cualidades que permitirán mantener tu negocio en el tiempo.